un condoro y demases...
Noooo... si a mi no más me pasan estas huevadas. Hace unos días iba rumbo a San Bernardo a ver unos juicios. Iba feliz de la vida escuchando música, mirando por la ventana a la gente, pensando en cosas agradables, masticando un “shicle”.
La cosa es que al chicle se le fue el sabor y decidí botarlo. Mi costumbre es botarlo en un pañuelo desechable y guardarlo hasta encontrar un basurero, pero no sé en que mierda estuve en que decidí tirarlo por la ventana. Como no es extraño en nuestras micros, la ventana que daba justo sobre mi estaba perpetuamente trabada y no la pude abrir, pero la que tenía justo delante a mi estaba un poco abierta y decido lanzarlo por ahí. Mierda... zangoloteo de micro, el chicle se escapa de mis dedos y aterriza en el pelo de la señora que iba sentada adelante. Me sentí toooooooooorpe. Horror... me empieza un ataque de risa y de paranoia pensando en que alguien me había cachado. La mina que estaba a mi lado cachó. Nos comenzamos a mirar con los ojos acuosos de tanta risa y largamos una carcajada descomunal. La micro entera nos empezó a mirar con cara de que estábamos posesos o bien que éramos fugados de El Peral. Maaaaaaaaaaaaaal... Mirábamos el chicle, el pelo y nos mirábamos y más nos reíamos. La cosa es que entre risas y zangoloteos de la micro el chicle se iba internando más y más en el crespo y voluminoso pelo de la señora hasta que lo perdimos de vista. Obvio que la pobre víctima de mi condoro no se dio cuenta de lo que le había pasado... hasta que claro, supongo se le ocurrió peinarse y cachó que el Pantene no le estaba causando los efectos deseados. La dura que le debe haber quedado la zorra en el pelo. El Dentine es tan bueno para pegotearse, enredarse y hacer casi imposible sacarlo de donde cae. Yo me bajé en San Bernardo... la señora siguió su viaje ignorante de lo que llevaba incorporado a su cuerpo...
Aparte de esa huevada y de otras cosas que pasaron en la semana que son muy buenas y que iré contando en la medida que vayan resultando, este fin de semana me pasó algo re choro. Lugar Blondie. Fiesta Kitsch. No... mejor retrocedo... Abril de este año, Gaydar. Nooo, más aun... cinco o seis años... Bunker. Bailoteaba en el antro ese y siempre veía a una parejita. Uno de ellos me gustaba mucho. Jamás supe su nombre. Ergo, se convirtió en Niño Lindo y en un platónico. Yo lo veía y el me gustaaaaaaaaaaba. Me sentía como la pendeja enamoraaaaaada. Sé que te estoy subiendo el ego huevón, pero te aseguro que no es mi intención... para nada. Tengo 32 y no estoy en edad de subir egos ajenos. Con cueva sostengo el mío que es bien bajo.
Situación es que un día de estos Niño Lindo desapareció, obvio que también se borró de mi mente. Pasaron los años hasta que, unas semanas después de terminar con Antonio recibo un mensaje en Gaydar. Cero foto... Jamás contesto esos mensajes, pero éste lo contesté. Nos dimos MSN y comenzamos a hablar. Descubrí a un tipo muy agradable, con quien conversaba mucho, con un humor muy similar al mío. Pasábamos tardes enteras hablando y “trabajando” pegados al MSN. Hasta que un día decidimos juntarnos a almorzar. Lo esperé sentado y escribiendo fuera del Archivo Nacional. Y ahí llego... “Que guapo él... se parece a alguien que conozco, pero no sé de donde” pensé... Nos fuimos a almorzar y estuvimos un buen rato juntos y yo dele con que en alguna parte lo había visto. Hasta que me acordé... Era Niño Lindo. Claro, habían pasado los años y no en vano... Jajaa... Un día conversando le confesé mi amor platónico, nos reímos mucho.
Con Niño Lindo seguimos hablando... Hasta que apareció Antonio nuevamente con su vuelta histérica. Yo desaparecí de casi todo el Mundo. Perdí el contacto. Y me lo topé el sábado en Blondie. Yo andaba puuuuto, poletira Gap sin mangas media ajustada, mostrando el brazo, jeans putos regalo de Ficus. Me acerqué a saludarlo, obvio que con un par de copetes como parte integrante de mi torrente sanguíneo. Abrazos, el también estaba algo pasado. Y entre bailoteo y bailoteo y vueltas y vueltas (que son las que dejan dicen... ) quedamos bailando juntos. Nos pusimos a conversar, a coquetearnos jugosamente, a bailar muy cerca, roces de jeta... hasta que nos besamos. Aclaración, en realidad él me besó... yo respondí... obvio, si no soy huevón... Fue muy divertido todo, fue jugoooooooooooso, me reí mucho con él. Me gustó mucho verlo, aparte del besuqueo y patillas similares, pero era choro carretear con él. Supongo, en realidad tengo la certeza, que él también lo pasó bien... En fin... me quité un gusto que tenía atravesado desde hace años y me lo quite bien quitado... aunqueeee...
La cosa es que al chicle se le fue el sabor y decidí botarlo. Mi costumbre es botarlo en un pañuelo desechable y guardarlo hasta encontrar un basurero, pero no sé en que mierda estuve en que decidí tirarlo por la ventana. Como no es extraño en nuestras micros, la ventana que daba justo sobre mi estaba perpetuamente trabada y no la pude abrir, pero la que tenía justo delante a mi estaba un poco abierta y decido lanzarlo por ahí. Mierda... zangoloteo de micro, el chicle se escapa de mis dedos y aterriza en el pelo de la señora que iba sentada adelante. Me sentí toooooooooorpe. Horror... me empieza un ataque de risa y de paranoia pensando en que alguien me había cachado. La mina que estaba a mi lado cachó. Nos comenzamos a mirar con los ojos acuosos de tanta risa y largamos una carcajada descomunal. La micro entera nos empezó a mirar con cara de que estábamos posesos o bien que éramos fugados de El Peral. Maaaaaaaaaaaaaal... Mirábamos el chicle, el pelo y nos mirábamos y más nos reíamos. La cosa es que entre risas y zangoloteos de la micro el chicle se iba internando más y más en el crespo y voluminoso pelo de la señora hasta que lo perdimos de vista. Obvio que la pobre víctima de mi condoro no se dio cuenta de lo que le había pasado... hasta que claro, supongo se le ocurrió peinarse y cachó que el Pantene no le estaba causando los efectos deseados. La dura que le debe haber quedado la zorra en el pelo. El Dentine es tan bueno para pegotearse, enredarse y hacer casi imposible sacarlo de donde cae. Yo me bajé en San Bernardo... la señora siguió su viaje ignorante de lo que llevaba incorporado a su cuerpo...
Aparte de esa huevada y de otras cosas que pasaron en la semana que son muy buenas y que iré contando en la medida que vayan resultando, este fin de semana me pasó algo re choro. Lugar Blondie. Fiesta Kitsch. No... mejor retrocedo... Abril de este año, Gaydar. Nooo, más aun... cinco o seis años... Bunker. Bailoteaba en el antro ese y siempre veía a una parejita. Uno de ellos me gustaba mucho. Jamás supe su nombre. Ergo, se convirtió en Niño Lindo y en un platónico. Yo lo veía y el me gustaaaaaaaaaaba. Me sentía como la pendeja enamoraaaaaada. Sé que te estoy subiendo el ego huevón, pero te aseguro que no es mi intención... para nada. Tengo 32 y no estoy en edad de subir egos ajenos. Con cueva sostengo el mío que es bien bajo.
Situación es que un día de estos Niño Lindo desapareció, obvio que también se borró de mi mente. Pasaron los años hasta que, unas semanas después de terminar con Antonio recibo un mensaje en Gaydar. Cero foto... Jamás contesto esos mensajes, pero éste lo contesté. Nos dimos MSN y comenzamos a hablar. Descubrí a un tipo muy agradable, con quien conversaba mucho, con un humor muy similar al mío. Pasábamos tardes enteras hablando y “trabajando” pegados al MSN. Hasta que un día decidimos juntarnos a almorzar. Lo esperé sentado y escribiendo fuera del Archivo Nacional. Y ahí llego... “Que guapo él... se parece a alguien que conozco, pero no sé de donde” pensé... Nos fuimos a almorzar y estuvimos un buen rato juntos y yo dele con que en alguna parte lo había visto. Hasta que me acordé... Era Niño Lindo. Claro, habían pasado los años y no en vano... Jajaa... Un día conversando le confesé mi amor platónico, nos reímos mucho.
Con Niño Lindo seguimos hablando... Hasta que apareció Antonio nuevamente con su vuelta histérica. Yo desaparecí de casi todo el Mundo. Perdí el contacto. Y me lo topé el sábado en Blondie. Yo andaba puuuuto, poletira Gap sin mangas media ajustada, mostrando el brazo, jeans putos regalo de Ficus. Me acerqué a saludarlo, obvio que con un par de copetes como parte integrante de mi torrente sanguíneo. Abrazos, el también estaba algo pasado. Y entre bailoteo y bailoteo y vueltas y vueltas (que son las que dejan dicen... ) quedamos bailando juntos. Nos pusimos a conversar, a coquetearnos jugosamente, a bailar muy cerca, roces de jeta... hasta que nos besamos. Aclaración, en realidad él me besó... yo respondí... obvio, si no soy huevón... Fue muy divertido todo, fue jugoooooooooooso, me reí mucho con él. Me gustó mucho verlo, aparte del besuqueo y patillas similares, pero era choro carretear con él. Supongo, en realidad tengo la certeza, que él también lo pasó bien... En fin... me quité un gusto que tenía atravesado desde hace años y me lo quite bien quitado... aunqueeee...