eltxo news n° 23
Quebraste el silencio que me hizo alejar, quizás seas tú quien me hará regresar..
Intuyo que sabes la forma mejor, y tienes el don que requiere curar este mal.
(Don, Miranda!)
Había comenzado la semana pasada a escribir, pero han sucedido mil cosas que me han hecho borrar todo, creo que tres veces. Había comenzado contando el almuerzo que tuve con Niño Lindo, quien efectivamente resultó ser un niño muy lindo. Más bien rico, parecido al Orlando Bloom. Tuve un almuerzo muy agradable, Café del Claustro. El cabro me gustó, pero por los últimos acontecimientos es una historia que no podré seguir... O al menos dejaré “stand by”...
Todo comenzó cuando nos dirigíamos a la fiesta Kitsch en Blondie comencé con una puta tincada. Antonio va a aparecer. Entré con nervios, pero se fueron diluyendo en la medida que pasaba la noche, subía la cuota de alcohol y me hacía tira bailando al ritmo de Raffaella Carrá, Camilo Sesto, Massiel, la Macarena y Xuxa... No, todo top... Me di cuenta que hay harta música AM que me gusta mucho y canciones flaites que me sé de memoria. Si, Eltxo tiene su lado flaite... como todos reconózcanlo. La cosa es que pasó la noche. Antonio no apareció. Y filo... otra tincada huevona fundada en nada.
Comenzó la semana. Tribunales, escritorio... mail de Antonio. Casi me cagué. Me puse a tiritar. Se me vino a la mente todo lo que había pasado desde que terminamos, lo cruel que fui con él, todo lo que lo odié en su momento. Pero me di cuenta de que, si bien había comenzado el camino para estar bien, sentía muchas cosas y que simplemente me las estaba negando. Dudé a mangos si llamarlo. El mail decía básicamente que se había acordado de mi, que quería verme, sanear nuestra última pelea, que él no me odiaba, sino “muy por el contrario”. Dudas, rollos, miedos, psicopateo vario...
Lo llamé. Nervioso. No, heavy. Sé que parezco pendeja tonta, pero puta... fue todo muy fuerte. Hablamos tonteras, quedamos en vernos al día siguiente. Más nervios. Quedó de llamar. No llamó. Otra vez me sentí como santo huevón. Pasaron los días y pensé que si no tomaba el toro por las astas esta huevada quedaría en nada. Así que el jueves en la mañana le envié un mensaje de texto diciéndole que esperaba que el café no se perdiera en el tiempo. Quería que enganchara... y lo hizo. Me llamó.
Resumen, nos juntamos el viernes. Lo tuve al frente de mi y me di cuenta de que el camino para olvidarlo está lejos de empezar. Traté de distanciarme y le tendí la mano. El me abrazó y al sentir su olor supe que estaba perdido. Conversamos harto. No quiso tocar el tema de lo que le dije esa vez que nos encontramos en el antro. Me dijo que no había nada que perdonar, que no me odiaba y que me relajara. Entendió lo que me pasó. Leyó el mail que le envié. Me juró que no me había visto.
No sé bien que pensar de todo esto. Del tenor del mail, de lo que hablamos, puedo suponer que quiere un acercamiento. Tantear terreno. Pero tampoco estoy seguro. Pero la interpretación de que sólo quiera arreglar las cosas no me cuadra dentro de nuestra historia. Sé que me perdonó y eso me tiene tranquilo. Pero, Antonio es orgulloso y le debe haber costado un mundo tragárselo para mailiarme y juntarse conmigo, lo que me hace pensar (dentro de mi narcisismo, lo sé) de que yo le intereso o le importo más de lo que él quisiera.
Es inevitable que me masacre el mate pensando en que es lo que tiene Antonio en su cabeza. Mis opciones van desde que me tirará lauchas secas maldiciéndome por el resto de mis días, o que quizás y ahora sea la hora correcta de estar juntos... quien sabe...
Recomendaciones: La exposición de Rodin en el Bellas Artes. Yo quería ir este domingo, pero había una cola tremenda (una fila, no un gay tremendo). Niño Lindo la fue a ver y me dijo que estaba de pelos. Supongo que debería recomendar lo de la Guerra de las Galaxias, pero hasta que no la vaya a ver no emitiré comentario. Música: He estado escuchando ópera... nada especial... Un disco que se llama “Red, Hot and Verve”, de Novabossa. Es bossanova remezclado... esta entretenido y me gusta... Libros: Acá por favorcito recomiéndenme ustedes. Estoy leyendo “Otoño Azteca” de Gary Jennings. Recién lo empiezo, va entretenido. Ayer con el insomnio me leí la mitad del libro del Pablo Simonetti... nada espectacular.
Varios: Baar, gracias por escucharme el jueves en el café y de contenerme cuando me llamó. Marce, gracias por tus consejos y por todo lo que te has preocupado por mi. Martita, gracias y tus discos de Suede y Depeche Mode están listitos. Ciruela, tranqui... es sólo nostalgia. Sandruca, si, bacán el carrete, te perdiste el de este sábado, yo te había avisado.
Intuyo que sabes la forma mejor, y tienes el don que requiere curar este mal.
(Don, Miranda!)
Había comenzado la semana pasada a escribir, pero han sucedido mil cosas que me han hecho borrar todo, creo que tres veces. Había comenzado contando el almuerzo que tuve con Niño Lindo, quien efectivamente resultó ser un niño muy lindo. Más bien rico, parecido al Orlando Bloom. Tuve un almuerzo muy agradable, Café del Claustro. El cabro me gustó, pero por los últimos acontecimientos es una historia que no podré seguir... O al menos dejaré “stand by”...
Todo comenzó cuando nos dirigíamos a la fiesta Kitsch en Blondie comencé con una puta tincada. Antonio va a aparecer. Entré con nervios, pero se fueron diluyendo en la medida que pasaba la noche, subía la cuota de alcohol y me hacía tira bailando al ritmo de Raffaella Carrá, Camilo Sesto, Massiel, la Macarena y Xuxa... No, todo top... Me di cuenta que hay harta música AM que me gusta mucho y canciones flaites que me sé de memoria. Si, Eltxo tiene su lado flaite... como todos reconózcanlo. La cosa es que pasó la noche. Antonio no apareció. Y filo... otra tincada huevona fundada en nada.
Comenzó la semana. Tribunales, escritorio... mail de Antonio. Casi me cagué. Me puse a tiritar. Se me vino a la mente todo lo que había pasado desde que terminamos, lo cruel que fui con él, todo lo que lo odié en su momento. Pero me di cuenta de que, si bien había comenzado el camino para estar bien, sentía muchas cosas y que simplemente me las estaba negando. Dudé a mangos si llamarlo. El mail decía básicamente que se había acordado de mi, que quería verme, sanear nuestra última pelea, que él no me odiaba, sino “muy por el contrario”. Dudas, rollos, miedos, psicopateo vario...
Lo llamé. Nervioso. No, heavy. Sé que parezco pendeja tonta, pero puta... fue todo muy fuerte. Hablamos tonteras, quedamos en vernos al día siguiente. Más nervios. Quedó de llamar. No llamó. Otra vez me sentí como santo huevón. Pasaron los días y pensé que si no tomaba el toro por las astas esta huevada quedaría en nada. Así que el jueves en la mañana le envié un mensaje de texto diciéndole que esperaba que el café no se perdiera en el tiempo. Quería que enganchara... y lo hizo. Me llamó.
Resumen, nos juntamos el viernes. Lo tuve al frente de mi y me di cuenta de que el camino para olvidarlo está lejos de empezar. Traté de distanciarme y le tendí la mano. El me abrazó y al sentir su olor supe que estaba perdido. Conversamos harto. No quiso tocar el tema de lo que le dije esa vez que nos encontramos en el antro. Me dijo que no había nada que perdonar, que no me odiaba y que me relajara. Entendió lo que me pasó. Leyó el mail que le envié. Me juró que no me había visto.
No sé bien que pensar de todo esto. Del tenor del mail, de lo que hablamos, puedo suponer que quiere un acercamiento. Tantear terreno. Pero tampoco estoy seguro. Pero la interpretación de que sólo quiera arreglar las cosas no me cuadra dentro de nuestra historia. Sé que me perdonó y eso me tiene tranquilo. Pero, Antonio es orgulloso y le debe haber costado un mundo tragárselo para mailiarme y juntarse conmigo, lo que me hace pensar (dentro de mi narcisismo, lo sé) de que yo le intereso o le importo más de lo que él quisiera.
Es inevitable que me masacre el mate pensando en que es lo que tiene Antonio en su cabeza. Mis opciones van desde que me tirará lauchas secas maldiciéndome por el resto de mis días, o que quizás y ahora sea la hora correcta de estar juntos... quien sabe...
Recomendaciones: La exposición de Rodin en el Bellas Artes. Yo quería ir este domingo, pero había una cola tremenda (una fila, no un gay tremendo). Niño Lindo la fue a ver y me dijo que estaba de pelos. Supongo que debería recomendar lo de la Guerra de las Galaxias, pero hasta que no la vaya a ver no emitiré comentario. Música: He estado escuchando ópera... nada especial... Un disco que se llama “Red, Hot and Verve”, de Novabossa. Es bossanova remezclado... esta entretenido y me gusta... Libros: Acá por favorcito recomiéndenme ustedes. Estoy leyendo “Otoño Azteca” de Gary Jennings. Recién lo empiezo, va entretenido. Ayer con el insomnio me leí la mitad del libro del Pablo Simonetti... nada espectacular.
Varios: Baar, gracias por escucharme el jueves en el café y de contenerme cuando me llamó. Marce, gracias por tus consejos y por todo lo que te has preocupado por mi. Martita, gracias y tus discos de Suede y Depeche Mode están listitos. Ciruela, tranqui... es sólo nostalgia. Sandruca, si, bacán el carrete, te perdiste el de este sábado, yo te había avisado.
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