eltxo news n° 25

Palabras de amor sencillas y tiernas, que echamos al vuelo por primera vez
Apenas tuvimos tiempo de aprenderlas, recién despertábamos de la niñez
(Joan Manuel Serrat y Amaya Uranga, Palabras de Amor)

Reunión de ex compañeros de Colegio. Me llamaron para avisarme que se hará la comida anual. Me latea a mangos ir a esa mierda. La del año pasado estuvo horrorosa. Están todos guatones, pelados, con mil críos. Sus temas de conversación no pasan del fútbol, de Salas, de las tetas de tal o cual mina. Como cresta no cachan que tienen más de 30 años y no 15???. No me extrañaría que los que se juntan más seguido aun hagan competencias de quien se masturba mas rápido como lo hacían en la gira de estudios. El único placer que tengo en esas comidas es columpiármelos. Como los huevones se dedicaron a martirizarme durante toda la enseñanza media yo me dedico ahora a martirizarlos a ellos. Sé que no es lo más maduro, pero créanme que siento un placer indescriptible poniéndolos incómodos. Aflora mi lado perverso con comentarios como “huevón que malo tu look, parecís viejo, quien te produce? Patricio Aylwin?”, “que gordo estai!!! la cagaste, y se te cayó la mitad del pelo... mal”, “mentira que tu mina otra vez esta embarazada!!! oye, no cachai los anticonceptivos?”.

Obviamente que no todo es agresión en esas reuniones. Tengo mil recuerdos buenos de mi época de Colegio, aunque haya sido en ese de campo de concentración que fue mi vida con los Legionarios de Cristo. Recuerdos que afloran en la medida que nacen las conversaciones entre compañeros, en que comienzas a ver quien ha faltado y quien faltará para siempre. Recuerdos que se hacen más fuertes y más gratos cuando llega Daniel, mi primer novio.

Siempre es fuerte encontrarme con él. Fueron siete años juntos. Siete años en los cuales crecimos y descubrimos que el amor entre dos hombres es posible. Quizás por eso mi vida gay no ha tenido esos episodios traumáticos de adaptación, de aceptación y de asumir el cuento con todo lo que implica. Para mi fue un proceso plácido, lleno de gratos momentos. Estuve acompañado y apoyado en una etapa de la vida que para la mayoría de los gays es por decir lo menos, un calvario.

No recuerdo como comenzó todo. Creo que fue algo gradual. Comenzamos a conversar, a juntarnos en los recreos, sentarnos juntos, a compartir secretos, a alargar las conversaciones telefónicas hablando estupideces, a pasear luego de clases, a pasar fines de semana en alguna de nuestras casas. La verdad que no lo recuerdo, sólo fue surgiendo algo. Algo que califico de amor. Mi necesidad de estar con Daniel fue creciendo con el tiempo. Recuerdo que cuando terminaba el año caía en depresión por que eso implicaba no vernos a diario, pasaban meses sin vernos.

Pero dentro de todos esos recuerdos vagos está uno que es de lo mas nítido. La primera vez que nos besamos. Si los curas leyeran esto se caen de culo, aunque como están las cosas con los curas quizás y tuvieran una erección en vez de espantarse. Estábamos en uno de esos lateros retiros espirituales de fin de semana. Teníamos 14 años. Habíamos almorzado recién y los curas nos habían dado unas horas libres. Obvio, la gran mayoría jugaba a la pelota. Con Daniel nos fuimos a ver tele. Echados en un sillón terminamos abrazados. Todo fue tan natural. Desde la forma en que nos miramos, como nos acercamos y nos dimos nuestro primer beso. Jamás sentí culpa, ni me sentí sucio, y menos sentí que estuviera haciendo algo equivocado. Recuerdo que nos comenzamos a cagar de la risa. Nos besamos mucho. Al principio no erotizamos nada, solo buscábamos momentos para besarnos. Luego comenzamos a descubrir la atracción física y el sexo.

Luego que nos separamos, tres años después de salir del Colegio, ambos comenzamos a hacer vidas distintas. Ahora él está casado, con dos críos. Yo tuve un “desorden hormonal” y estuve haciendo vida hetero, pero luego de un par de relaciones traumáticas, decidí que no era lo mío. Daniel se quedó y de verdad que se ve contento. Al menos eso es lo que proyecta. Espero que no sea de los heteros hueveados que se cagan a sus minas con relaciones paralelas con un hombre.

El pasado jamás lo volvimos a remover, nunca volvimos a conversar sobre lo nuestro. Supongo que a él le es incómodo. Quizás los recuerdos le pesan, quizás siente culpa, quizás y tiene deseos contenidos... quizás nuestra relación de siete años simplemente la dejó en el pasado. Pero algo me dice lo contrario. Cada vez que nos abrazamos en esas cenas, el abrazo dura más de lo habitual, hay miradas y sonrisas cómplices; que claro, se pueden confundir con la conexión de dos buenos amigos... pero el beso que me da cada año en la mejilla al despedirnos, el último abrazo y su mirada final, me dice que lo nuestro fue importante, que fue grande y que de verdad lo disfruto... También me dice que yo no me equivoqué en elegir mi vida.


Recomendaciones: La fiesta ochentera de la ex Oz estuvo como el orto de mala. Así que viramos al Clandestino, lugar que jamás arruga. No tengo nada que recomendar esta semana... ando fome. Música: Un tipo buenísimo que se llama Patrick Wolk, el disco se llama “Wind In The Wires”, esto se lo debo a mi lector de runas que es seco... Gracias Jose. Comida: Sigo en dieta... así que nada de nada. Me muero por comer un combo del Burguer King... pero NO!!!!!!. Libros: “Fatamorgana de amor con banda de música” de Hernán Rivera Letelier. Es la historia de amor ambientada en las oficinas salitreras del Norte Grande a principios del siglo XX. No es una historia de amor mamona, se mezcla con crítica social, con humor y con historia. Weno el librito... es corto y de lectura livianita.

Recados varios: Espero que se acostumbren a este nuevo formato, a mi en lo personal me gusta más. Debajo de cada “pasquín” encontrarán una opción que dice “comments” pueden pincharla y dejar sus comentarios. No es necesario ser usuario, lo que si dejen sus nombres para identificarlos. Ahora si, los recados particulares. Carlita, date una vuelta por el Gym para verte con guata, ya estas en la quemada. Caro y Marce, lo pasé re bien el viernes, lástima que la Loreto se lo perdió; ya le dije que no la habíamos echado de menos. Coquilito, estás con sentimiento de culpa? Por qué tan desaparecida? Feña, gracias por ayudarme en lo del Blog, la dura que me sentí toooooooooooooooonto. Cervatillo, sólo comentarios portis y abc1. Thuin, adoré a Astrid Hadad, será mi nueva ídola. Mariela, gracias por lo que me escribiste, ese tipo de comentarios emocionan en especial cuando uno anda mal de ánimo y de ego. Ciruela y Anastasio, lindo el departamento. Felicitaciones mis niños. QUIERO LLAVES!!!. Becky y Mariela, espero que lo del sábado en la tarde sea más seguidito. Roger, llámame urgente, te tengo una de Chicuelo que te mueres... está de pelos. Sandruca, Paulo y Feña, vienen sus cumpleaños. Ficus, me están agradando los desayunos en el Tomodashi, cuando vivamos juntos deberán institucionalizarse.